14 de diciembre de 2011

Hysterias 2, El Planeta

Buen dia partidarios de lo estrafalario.

Por fin acabe el tortuoso semestre, estare libre para publicar, pero sobre todo para crear y experimentar constantemenre a favor de nuevas obras. Ahora corresponde enmarcar esta entrada con una ilustracion, desarrollada de nuevo para la revista Hysterias, el sentido literal como pueden ver es bastante obvio, sin embargo en funcion con el poema (que mostrare mas adelante, esperando no tener problemas con derechos de autor) es un tanto dispar, ya que no estoy narrando visualmente lo enunciado literalmente, una ilustracion debe tener un vinculo indirecto, nos debe contar y complementar, evitando decir lo mismo que leemos, porque en ese momento recluimos la imaginacion del lector, contaminando su vision con nuestra vision. por ello propongo un complemento que contenga la sustancia del escrito, pero convergiendo a diferentes lugares, de tal manera que se pueden apreciar dos historias, que nos ayudan a tener un resultado mas intelectual y quiza emotivo, donde buscamos el sentido de ambas como unidad y fragmentacion, gracias a la narrativa literal y grafica. Sin mas preambulo les dejo la ilustracion y el poema, analicenlos pero sobre todo disfrutenlos, y no olviden visitar su revista favorita http://revistahysterias.blogspot.com/
espero sus comentarios.


Hasta la proxima








Planeta



Cuando yo muera quiero que me lancen al espacio en una cápsula.



Allá, la cápsula liberará mi cuerpo y quedaré flotando a la deriva.



La ausencia de oxígeno y de atmósfera hará que me conserve casi intacto, navegando sin un rumbo definido.



Mi cuerpo irá captando poco a poco materiales cósmicos, impregnándose de ellos, hasta que con el paso de los siglos me convierta en un fragmento de cometa o de asteroide que se agranda y que captura polvos siderales.



Entonces, algún día seré un planeta nuevo, enorme, silencioso, y en el centro voy a estar acurrucado, y de mis brazos y mis piernas saldrá el magma incandescente y yo seré su núcleo.



En la superficie dejaré que se alimenten plantas fluorescentes.



A mi alrededor habitará la calma de las nubes.





Emmanuel Vizcaya

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